Las ollas a presión son principalmente un recipiente hermético donde las personas pueden fácilmente cocinar y alcanzar presiones más altas que las atmosféricas. Esto se debe a que el punto de ebullición del agua, generalmente, aumenta cuando la presión se incrementa.
Por lo tanto, cierre hermético de las ollas de presión permiten aumentar la temperatura de ebullición, el cual se encuentra por encima de 100 ºC y puede llegar hasta los 130 ºC.
Asimismo, las ollas de presión son usadas normalmente para poder alcanzar periodos de tiempo más cortos en las cocciones.
¿Cómo funciona una olla a presión?
El funcionamiento de las ollas a presión se basa principalmente en su tapa, ya que la misma cuenta con una goma que permite el cierre total de la olla y a su vez impide que el vapor del agua pueda escaparse.
Con eso, la presión interna de la olla se eleva a medida que se vaya calentando ese sistema, por lo tanto, al encontrarse bajo una mayor presión que la atmosférica, el agua no entrara en ebullición a 100 ºC, pero si podrá alcanzar temperaturas mal altas, haciendo que el alimento pueda cocinarse más rápido.
Ventajas de utilizar una olla a presión
Cuando se usa una olla a presión para cocinar, trae consigo distintas ventajas las cuales son:
Los alimentos mantienen su propio valor nutricional
Algunos estudios científicos han demostrado que cuando se cocinan los alimentos en ollas a presión, estos pierden el mínimo de sus valores nutricionales. Además, al ser cocinados por menos tiempo a temperaturas elevadas es beneficioso.
Es decir, que debido a la apresurada velocidad de cocción que tienen las ollas a presión, estas permiten que los alimentos puedan conservar la mayor parte de sus vitaminas.
El sabor se concentra más
Gracias a las altas temperaturas que usan las ollas a presión, estas hacen que los alimentos queden más sabrosos y aromáticos en comparación de cuando se cocinan en ollas normales.
Por lo tanto, esta ventaja solo la ofrece una olla a presión. Sin embargo, en las ollas a presión solo se coloca un poco de agua, lo que permite que los alimentos se cocinen rápidamente por la humedad, la alta presión y las altas temperaturas.
Cada vez son más seguras
Por otro lado, hoy en día las ollas a presión cuentan con un sistema de seguridad integrada. Uno de estos, es el conocido cierre de seguridad.
Del mismo modo, es importante que al usar una olla a presión esta se cierre bien, ya que la misma solo explota si es abierta repentinamente mientras que se encuentren en funcionamiento. Por ello, los nuevos diseños bloquean las tapas hasta que la cocción termine.
Se ahorra tiempo
No obstante, los alimentos generalmente, se tardan entre 30 o 40 minutos llevando un tiempo de cocción de 15 minutos. Es decir, que cuando usas las ollas a presión lo único que tardaras en cocinar es un tercio del tiempo en el que te llevaría cocinar con una olla normal.
De esta manera, para poder encontrar el punto adecuado de cada opción debes recordar que para conseguirlo debes estar muy pendiente del tiempo, para que este sea exacto.
Por lo tanto, te ahorras mucho tiempo al cocinas y a su vez te ahorraras energía, agua y dinero.
Se ahorra dinero
También tu bolsillo, sin duda alguna, notará el ahorra. Debido a que la comida que preparas con las ollas a presión solo gasta 1% de energía. Por esta razón, al optar por las ollas a presión podrás ahorrarte dinero y mucha energía al momento de realizar algún plato.
FOTO:
webmenaje]]>