El robo con engaño
Existen robos que pueden ocurrir simplemente llamando a su puerta y persuadiéndole para que invite al delincuente a entrar. Este tipo de crimen se conoce como “robo con engaño”. Los ladrones emplean una variedad de trucos y relatos para confundir a las víctimas, así que resulta difícil enumerar todos los métodos. Sin embargo, aquí compartimos algunos de los más comunes y efectivos. En todos los casos, su objetivo es claro: el robo.
Imagina que un ladrón toca su puerta y se presenta como funcionario del agua del ayuntamiento, o como empleado de la compañía de gas o electricidad, alegando que necesita verificar el flujo de agua o medir habitaciones para estadísticas. También puede hacerse pasar por un vendedor que le ofrece “mediciones gratuitas” para una oferta de alfombras o muebles a precios irresistibles. Estos estafadores a menudo piden un pago inicial y, una vez lo reciben, desaparecen sin dejar rastro.
Para protegerte de estos engaños, siempre debes ser precavido al abrir la puerta. Aquí tienes algunas medidas preventivas:
- Usa el video portero o mirilla: Antes de abrir, identifica visualmente a quien llama.
- No quites la cadena de seguridad: Mantén la puerta asegurada mientras verificas la identidad del visitante. Si lleva un uniforme, no bajes la guardia; pide siempre ver su identificación oficial. Puedes consultar un modelo de estas tarjetas en las oficinas municipales.
- Cierra la puerta si tienes dudas: Haz que la persona espere mientras llamas a la empresa o entidad correspondiente para verificar su identidad. También puedes pedirle que regrese tras haber fijado una cita oficial.
- Desconfía de personas que se presentan en pareja: Esto puede ser una táctica común entre los delincuentes.
- Si tienes sospechas, no dudes en llamar a la policía.
- Nunca dejes a extraños solos en tu casa.
- No entregues dinero sin verificar credenciales: Toma nota de la compañía que representan y su dirección. Pídeles que regresen más tarde mientras verificas su identidad; los vendedores legítimos volverán, pero los ladrones suelen evitar riesgos.
Recuerda: no dejes entrar a extraños en tu hogar sin tener plena certeza de su identidad. No estás obligado a abrir la puerta a nadie que no te genere confianza, incluso si parecen tener buenas referencias.
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