Disminución de la agudeza visual y estrabismo
Si bien los niños tienen el sentido de la vista desde el momento de nacer, sus ojos no se encuentran aún plenamente desarrollados.
Hacia los 6 meses de vida el niño llega a alcanzar pleno desarrollo ocular, y la coordinación de ambos ojos no la consigue hasta cumplir un año, aproximadamente.
Es difícil precisar la claridad visual del niño antes de que cumpla 3 ó 4 años de edad. Los trastornos visuales durante la primera infancia se deducen porque el niño no hace intentos por alcanzar ningún objeto ni sigue los movimientos con la mirada. Los padres deben tener presente que la agudeza visual está en etapa de desarrollo durante el primer mes de vida, por lo que no deben sacar conclusiones prematuras al respecto.
Incluso más tarde, los trastornos de la vista, aun los de cierta gravedad, pueden pasar inadvertidos a menos de que se someta al niño a las pruebas pertinentes, que son importantes en los escolares.
En el recién nacido puede haber un estrabismo notable, debido a que no está plenamente desarrollada la coordinación de los ojos; esta anomalía se corrige espontáneamente hacia el sexto mes de vida. Cuando el estrabismo persiste por algún tiempo, los padres deben comentarlo con el médico en la primera oportunidad.
El estrabismo se debe a un problema de los músculos oculares que algunos llaman «ojos perezosos»; puede afectar uno o ambos ojos. Si se consiente la inactividad del ojo perezoso, se puede llegar a perder la vista. Cabe sospechar que un niño padece estrabismo, si hay desviación de uno o ambos ojos después del cuarto mes de vida. Generalmente, una luz que brille a varios metros delante de los ojos del niño debe reflejarse en el mismo punto de ambos.
La ceguera es menos frecuente en los niños que en los adultos. En caso de ocurren desde luego procede trasladar rápidamente al niño al consultorio a fin de que lo examine el médico.
En estos problemas, a menudo hace falta que intervengan un oftalmólogo y un optometrista. Antes de que el médico familiar turne al niño a uno u otro de los citados especialistas, los padres deben discutir el caso; a menudo esto ayuda a esclarecer el problema y, de ser necesario permite llevar al niño directamente al especialista indicado.
Tratamiento casero
Las medidas que se pueden adoptar en casa se reservan a los niños menores de 6 meses de edad que padecen estrabismo. Esta anomalía por lo regular surge desde el nacimiento y mejora a medida que el niño crece La corrección completa puede tomar hasta un año.
El tratamiento casero consiste simplemente en observar al niño a fin de cerciorarse de que el problema está en vías de corregirse. El estrabismo que aparece a cualquier otra edad debe consultarse con médico.