Aprende como controlar el estrés que te genera el trabajo
Las metas que nos hemos propuesto en algunos momentos pueden llegar a ahogarnos y generarnos mucha tensión, cuando no conseguimos lo que deseados o no alcanzamos el nivel que otros esperaban de nosotros son comúnmente generadores de estrés. Las expectativas que colocan sobre sus hombres los hombres y mujeres de negocio suelen provocar ansiedad, haciendo bajar el rendimiento en el trabajo y repercutiendo también en las relaciones fuera del medio de empleo.
Aquellos que trabajan en el mercado empresarial se ven expuestos de forma constante a situaciones que generan malestar durante el día a día: la necesidad constante de alcanzar todas sus metas y mantener la organización en perfectos estado se le suman al querer sacar provecho al máximo en la parte monetaria del empleo.
En todos los ámbitos de empleo, es normal encontrarse con trabajadores que no saben cómo procesar de manera adecuada el estrés, y esto suele llevarlos a bajar su nivel, en algunos casos sus relaciones dentro del trabajo también se ven afectadas.
Cuando tu cuerpo siente la constante tensión que te provoca el estrés te encuentras sin duda en un momento preocupante, así que te aconsejamos tomar un respiro para que no colapses bajo la presión de tu trabajo. Porque si tu cerebro no siente la baja en los niveles de estrés empezarás a tener problemas para descansar incluso cuando no estás en la oficina.
Esto hará que el cansancio sea parte de todos los aspectos de tu vida y tendrás cansancio físico, emocional y mental como una parte de tu día a día. No te sorprendas al saber que hay más además del cansancio, el malestar se representará en dolor en los hombros, problemas de tensión arterial y reflujo estomacal.
Todos siente miedo a que la empresa se deshaga de sus servicios, los cortes de personal son una pesadilla común y los memorándums y regaños son otras situaciones que producen estrés en el empleo común; pero si no encuentras la forma de reducir el estrés los regaños del jefe serán tu menor preocupación, aunque estos se darán de manera más frecuente porque la tensión hace bajar el rendimiento laboral.
Si tu trabajo es tu fuente principal de tensión, aquí te mostramos formas fáciles de disminuirla:
Sé positivo en todo lo que puedas. Ten presente que las energías positivas son esenciales para lograr que los trabajos te salgan mucho mejor.
Está pendiente de las señales que te da tu cuerpo y actúa a su favor. La mayor parte del tiempo nuestro cuerpo nos pasa factura por estresarlo y se representa de la siguiente manera:
– Cambios de humor bruscos.
– Dolores musculares en las áreas de la espalda, piernas, brazos y hombros.
– Tu manera de expresarte se vuelve más agresiva.
– Eres más sensible y te afectan temas que normalmente no te perturban.
– No eres capaz de estar centrado en una sola tarea.
– Tu memoria es más defectuosa que la de la pececita de Buscando a Nemo.
– Eres un revoltijo de nervios y la hiperactividad parece ser la orden del día.
Por ello te recomendamos que alteres tu rutina, deja de centrarte tanto en el trabajo y haz alguna de las siguientes actividades:
Yoga, este ejercicio ayudará con la tensión de tus músculos y los ejercicios de respiración mejorarán los niveles de ansiedad, además la paz mental también viene con realizar una pequeña rutina de yoga, es la mejor medicina preventiva que existe.
Lee, un buen libro siempre es un buen amigo y te ayuda a desconectar del estrés de tu trabajo mientras centras tu mente en un mundo fantástico.
Trota o corre, ya bien sea solo u acompañado, saca 20 minutos de tu día a día y haz un recorrido por el parque para despejar la tensión en tu cuerpo.
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